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Los estudios en pañales de Layra | Cap. 2

 



2

 


Los nuevos pensamientos de Layra

 

 



Layra se fue sentada como un angelito en su lugar. El pañal que se había puesto no se apreciaba mucho.

Gracias a la comodidad que le otorgaba el producto absorbente que compró, layra se pudo dormir tranquilamente las siguientes horas de viaje, aunque no descartó que pudiese ocurrir un escurrimiento.



Tiempo después…

 


Layra y todos los chicos que viajaban en el autobús abrieron sus ojos. La unidad estaba detenida, sonaban algunas alarmas afuera, pues se hallaban en una nueva estación de autobuses.

Enseguida abordó la maestra a cargo del grupo y les anunció que ya habían llegado.

Layra se puso atenta y comenzó a ponerse de pie, estirando sus piernas, al igual que su cuerpo completo.

Poco a poco, así como subieron, fueron bajando todos los chicos aspirantes a grandes bailarines. Tomaron sus equipajes y se fueron a seguir las siguientes indicaciones.

Layra caminaba como si no llevara pañal bajo su ropa, era tan cómo tenerlo, no se le apreciaba nada, y lo mejor aún, era que todos los chicos iban tan somnolientos como para darse cuenta de lo que llevaba puesto.

Así que la maestra a cargo de todo el grupo, les dijo que se irían en otro auto hacia la sede de la academia de danza.

Y así como lo dijo, así fue.


Tiempo después…



Layra y sus compañeros llegaron a la sede de la academia de danza. Los demás profesores y personal a cargo de la disciplina, los llevaron a los dormitorios y los organizaron en los dormitorios, siendo cuatro chicos los que dormirían en cada uno. A layra le había tocado con otras tres chicas.

En toda esa preparación, layra no se había quitado el pañal que uso en el viaje. Aun lo tenía puesto, pero lo bueno era que no le causaba molestias ni calor.

Conforme fueron pasando las horas, layra y sus otras tres compañeras de cuarto, se presentaron, comenzando a platicar para conocerse mejor. Las cuatro se sentaron en una sola cama y hablaron sobre lo que fue el viaje, también comentaron sobre los chicos que serían sus compañeros de clase de danza, a los que les habían echado una revisión de mirada, aprobando lo divinos que se veían. Por ser mujeres ellas cuatro, la atracción hacia los varones era algo fuerte, sería algo que tendrían a diario y sin escasez.

Cuando hicieron una pausa, layra aprovechó para retirarse el pañal y esconderlo bien entre sus cosas.

Al tenerlo oculto dentro de una bolsa de plástico, pensó que lo siguiente sería desecharlo en un contenedor de basura más grande y que nadie se diera cuenta.

También planificó que necesitaría muchos más pañales para dormir. Por lo pronto, se mantuvo conviviendo con sus amigas, las que respondían al nombre de Alexa, Viviana y Julia.

 

Por la tarde, las profesoras avisaron a los alumnos que se prepararan para recibir un pequeño curso de presentación.

Layra y todos los demás chicos se apresuraron a comer y atenderse personalmente, dándose un baño, vistiéndose con la mejor ropa. Luego se fueron al llamado.

 

Poco después, layra y sus compañeras salieron como buenas amigas. Mientras iban caminando en ruta al salón, layra iba pensando si sus demás compañeros usaban pañales como ella, o si tenían motivos para usarlos, así como el accidente que ella tuvo al dormir en el viaje de llegada. Sus dudas eran bonitas en su mente, pues le hacían estar atenta a la presencia de los chicos, con ver la belleza de los varones se sentía indefensa y dispuesta a ser una obediente a los caprichos que tuvieran. Lo que más le impactaba a layra, era su modo de pensar, por haberse puesto un pañal para viajar, todo en su mente giraba en torno a los pañales, mientras caminaba con sus tres amigas le gustaba imaginarse a todo mundo usando pañales, todo joven era portador de pañales. Claramente sentía cómo su mente se transformaba. Por su puesto que no era complicado hacerlo, solamente le bastaba usar su buena imaginación para visualizarlos vestidos con esos objetos absorbentes.

Finalmente ingresaron al aula donde recibirían las primeras palabras de bienvenida. Los chicos del grupo de layra ya hablaban un poco entre ellos, pues se habían conocido en los dormitorios y cuando tocara clase, tendrían que convivir como cualquier otro grupo escolar de cualquier nivel.

Cada profesor que se presentaba era cordial y alegre con sus nuevos alumnos. Ellos decían sus nombres y les indicaban cómo trabajarían. Todos los profesores marcaron bien sus normas para no tener conflictos cuando algo no se cumpliera como fue indicado en el primer día.

A todos los chicos y chicas les indicaron que para las clases, para las mujeres, usarían leotardo color rosa con mangas largas y mallas del mismo color. Los varones usarían mallas color blanco y también un leotardo blanco, el cual hacía la función de una ropa interior. Todo fue bien indicado y escrito en el pizarrón, a lo que los estudiantes de danza tomaron perfectamente las notas.

Layra estaba tan feliz de lo que aprendería para ser una profesionista del arte. Pero no dejaba de fantasear con el tema de los pañales…




Capítulo 3↠






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