INSTITUTO
Benforth
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El problema de los sanitarios
El
instituto Benforth es un colegio privado de nivel primaria, al que muchos
chicos se proponen ingresar al egresar del preescolar, para poder ser educados
de una manera no tan tradicional, pues les gusta mucho la manera en que
imparten las clases todos los maestros.
Durante los últimos días de vacaciones, dos personas
que se encargaban de la limpieza y el mantenimiento de la escuela, se
encontraban reparando los sistemas hidráulicos de los sanitarios. Los dos
tenían sus herramientas regadas por el suelo, buscando qué estaba causando que
el agua de los excusados no se fuera por completo, pues por ese defecto, los
chicos estudiantes no pudieron hacer uso correcto de esos lugares cuando les
daban ganas de orinar o usar los retretes.
─Esto está fuera
de lugar ─dijo uno de los trabajadores─. Los bloqueos
del agua están provocando que los tubos se oxiden, a estas alturas ya todo está
dañado, el agua se fuga y hay que desmantelar todo.
El otro trabajador razonó eso, por lo que tomando
nota y fotos de los daños, cubrieron las zonas dañadas para llevar las
evidencias de lo que había que reparar.
─Esto nos llevará
tiempo, faltan dos días para el inicio de clases, y no va aquedar listo para
mañana. Hay que comprar nueva tubería resistente, romper los materiales y los
sistemas hidráulicos, toda una obra de mínimo diez días para realizar─. Dijo el otro
hombre.
─Bien, tomemos
fotos y muestras, para iniciar a trabajar rápido, si no los chiquillos no
tendrán donde ir al baño─. Repuso su compañero.
Pasados largos momentos, los dos tuvieron todas las
fotos necesarias con sus celulares, ajustándolas en tira para proyectarlas con
la directora al día siguiente para exponerle todos los grandes problemas.
AL DÍA SIGUIENTE…
Los dos hombres llegaron con la directora,
aprovechando la ocasión del día en el que había reunión de personal docente,
teniendo a todos en la dirección en el área de juntas reunidos en círculo,
proyectándolas como acordaron y planearon los problemas del sanitario,
diciéndoles todo lo que había que hacer y lo que tenían que comprar para poner
todo en reparación.
Cuando finalizaron la proyección de fotos, la directora tomó la palabra:
─Bien, esto es un
problema en el que debemos actuar rápido, este problema es grande, y nos
llevará tiempo para repararlo… qué haremos en esos diez días en los que no haya
servicio para los alumnos ni nosotros…
Decía ella, esperando las opiniones de todos,
viendo que los maestros hacían notas del problema de los sanitarios, cotizando
las inversiones con los ahorros de la escuela.
─Podemos posponer
las clases, iniciar unos quince días después de este inicio de todos, para
tener tiempo y dejarlo listo para cuando vuelvan─. Dijo una maestra, llamada Maritza.
La directora razonó bien esa buena propuesta, pero
dijo lo que pensó cuando vio unos expedientes en sus manos sobre nuevos
proyectos escolares:
─Suena bien, pero
no podemos posponer las clases. En estos días vienen encuestas y evaluaciones
por parte de las instituciones de prestigio para los alumnos, son únicas y
ayudan a las estadísticas… me parecería bien posponer las clases, pero por esas
evaluaciones no podemos… ¿otra sugerencia?
─¿Pedir prestados
los baños de las casas del alrededor?─. Propuso otra maestra, haciendo muecas, viendo que
los demás maestros le negaban con sonrisas, recordando lo amargados que eran
las personas vecinas a la escuela.
─¡Nos veríamos
ridículos si les dijéramos a los alumnos que cuando quieran orinar vayan a los
árboles o hagan un agujero en la tierra!─. Dijo una maestra, sin poder creer el problema
silencioso que siempre tuvieron hasta esos días.
Los maestros continuaron pensando en alternativas,
hasta que pocos segundos después, la maestra Maritza, llena de emoción por decirlo, propuso:
─¿Pañales?─.
Todos la voltearon a ver… seguido repuso:
─Podemos avisar a
los padres que los alumnos del primero al sexto grado usarán pañales, así solo
nos concentramos en darles clases, y podríamos buscar a personas que nos ayuden
en los cambios─.
Los maestros y maestras junto con la directora razonaron,
dando pensamientos afirmativos con la cabeza.
─¿Quiénes serían
los que nos ayudarían con su limpieza? Tendrían que ser varios para afrontar
varios cambios de pañales en un momento─. Dijo una maestra.
─Enfermeros,
personas que sepan de eso y los que gusten unírseles para que a nombre de la
escuela se les pague por su servicio─. Respondió Maritza.
La directora y todos los maestros razonaron una y
otra vez la propuesta, para terminar al final, aceptándola, indicando que el
uso de pañales de los alumnos permanecería hasta que terminaran de reparar los
sanitarios, en diez días o menos.
Y en esa misma tarde, todos los profesores se quedaron ayudando
en la redacción de las notas para los padres, imprimiéndolas, guardándolas en
sobres para ponerlas en el correo al día siguiente…
Ésta es una historia de mi autoria, la cual la continuaré cada cierto tiempo. Espero te guste mucho. Una muestra que no solo vídeos habrán en esta página, hecho presente que le da una diferencia a todo...
Saludos Pamper´s.... :D
muy bueno as que todos ya no qieran usar el baño y siempre se agan en los pañales
ResponderBorrarJeje buena historia y buena idea tuvo esa maestra n.n le doy un 10
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